martes, 14 de febrero de 2012

"LA PERSISTENCIA DE LA GEOMETRÍA"

Como todo clásico, no pasa de moda. La geometría (como la abstracción misma) es un tema universal, y como tal, bien vale una muestra: sin ser ni la primera ni la última, “La persistencia de la geometría” (que no de la “memoria” daliniana), defiende hasta el 25 de marzo en Caixa Forum Madrid (gracias al acuerdo entre la Fundación la Caixa y el MACBA), un más que noble recorrido, comisariado por Nimfa Bisbe (directora de la colección de arte contemporáneo de la Fundación), en torno a la presencia de la geometría en el arte internacional desde los años 60, hasta prácticamente la actualidad.
Ninguna erudición extraordinaria se precisa para conocer tanto la especial atención que la humanidad ha prestado por las formas geométricas simples desde épocas ancestrales (Antiguo Egipto, la escuela pitagórica de la Antigua Grecia…), como su materialización plástica a través del arte y su existencia desde la misma infancia. Dibujar estas formas simplemente por lo que son, con independencia de encontrar para ellas un referente en la naturaleza; operación esta, inversa a la que realizó con el paisaje provenzal Cézanne, precursor del cubismo para el que “la naturaleza se puede reducir al cubo, la esfera y el cilindro”. Si de ahí pasamos a los cubistas, los suprematistas, los neoplasticistas, la Escuela de la Bauhaus, o al Op Art (iniciado ya en los años 50), se entiende que esta histórica “persistencia” se hiciera más que plausible para los “felices años 60” del arte, con los que arranca esta exposición.
Donal Judd, “Sin título”, 1988. © Cortesía de Obra Social la Caixa y Fundación MACBA
El minimalismo, con su máxima “menos es más”, fue uno de los movimientos clave en el uso de las formas geométricas en los albores de la llamada posmodernidad, de ahí que cuatro cajas azules sin título de D. Judd se interpreten como una de las obras clave iniciales en este recorrido. Lo mismo ocurre con las obras escogidas aquí del Land-Art, movimiento coetáneo al minimalismo, y que  se palpa en clave geométrica, especialmente, en dos obras: la estructura anillar en mármol de Richard Long, indiscutible referente inglés que llevó al arte en la naturaleza a su estado más puro o mínimo; y el didáctico video sobre el célebre muelle en espiral o “Spiral Jetty”(1970) de R. Smithson, obra emblemática de este artista, no olvidemos, vinculado también a lo “minimal”.
Richard Long, “Sin título”, 1986. © Cortesía de Obra Social la Caixa y Fundación MACBA

 Resulta inteligente la apertura de esta antología con algunos artistas no relacionados necesariamente ni con lo “minimal” ni con lo geométrico, que participaron de diferentes estilos y géneros,  con insignes piezas, como la trilogía de J. Lee Byars con la que se abre esta colectiva, o el “Cubo de Condensación” (1963-65) de Hans Haacke, artista al que este semestre el Reina Sofía dedica una retrospectiva, y que con este tipo de investigaciones conceptuales en torno a los procesos y alteraciones físicas, funciona como precedente del eminente Olafur Eliasson, perfecta fusión de arte, ciencia y tecnología.

La presencia de James Turrell, creador de espacios y artista de la luz, está más que justificada a través de su “Afrum Rojo” (1967), obra sobradamente representativa de este artista californiano, que ha jugado casi siempre con la luz con el fin de provocar en el espectador diferentes efectos, casi siempre en formas geométricas.
James Turell, “Afrum Red”, 1967. © Cortesía de Obra Social la Caixa y Fundación MACBA


Ningún estudio o viaje por el arte de la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días debería obviar la figura de Bruce Nauman, personalidad polifacética y clave de la llamada “posmodernidad” que trabajó en casi todos los géneros y que en esta muestra, ocupa su espacio tanto en lo conceptual y lo performático, como claramente en lo “minimal”, caso de sus “Piedras negras bajo luz amarilla” (1987), obra entre lo escultórico y lo instalativo, diseñada a base de cubos negros cuya percepción se distorsiona por la radiación de luces amarillas de neón. Estas geometrías en acción se observan también en artistas catalanes vinculados a la performance y que de manera transversal abarcaron esta cuestión, como Francesc Torres, Àngels Ribé, o Carles Pujol.
Bruce Nauman, “Black Stones under Yellow Light", 1987. © Cortesía de Obra Social la Caixa y Fundación MACBA
Se ha aprovechado además esta temática para difundir la obra de otros artistas que han trazado sus geometrías en el arte a través de su más fina expresión, la línea, creando sistemas de retículas cuyo resultado se traduce en obras de carácter diverso, como es el caso de las representaciones, en este espacio, de Gego, Armando Andrade Tudela o León Ferrari. Caso diferente, el de Waltercio Caldas, artista brasileño que ha trabajado sobre la geometría tanto en escultura como en instalación, desde una óptica muy vinculada al diseño.
Waltercio Caldas, “Aladim”, 1988. © Cortesía de Obra Social la Caixa y Fundación MACBA

Una de las perspectivas más interesantes desde la que se afronta este estudio es “minimalismos en expansión”, espacio dedicado a aquellos artistas que evolucionaron más allá del minimalismo, dotando de contenido a estructuras aparentemente solo minimalistas, pero que trascienden la simple sentencia de “lo que ves es lo que es” de Frank Stella. Es el caso de “Collected papers” (1988) de Rodney Graham, obra clave en esta vía, en la que el autor canadiense se apropió de la antología homónima, en cinco volúmenes, de Sigmund Freud, para insertarla en cinco cajas de cobre, siguiendo la estructura formal de Donald Judd.


Rodney Graham, “Collected papers”, 1988. © Cortesía de Obra Social la Caixa y Fundación MACBA
Alcance muy diferente, el de la obra de Rachel Whiteread, artista especialmente conocida por sus moldes o “vaciados” de grandes dimensiones, que reproducen espacios arquitectónicos , y que comparte este “minimalismo expandido”  junto a artistas tan reconocidos del panorama nacional como Pello Irazu o Txomin Badiola.
Gordon Matta-Clark, “Circus 3”, 1978. © Cortesía de Obra Social la Caixa y Fundación MACBA
Interesante y curiosa, por otra parte, la instalación de nueve videos de Damián Ortega en torno al concepto de “deshumanización” en la figura de un ladrillo, al que se le dedica una sala completa. No menos ecléctico es el entorno con el que se clausura la muestra, destinado a la intervención de la geometría en la arquitectura (o viceversa) y de esta en el arte. Presente en algunas de las obras plásticas de Matt Mullican (entre las que destacan visualmente tres cristales emplomados), esta cuestión no deja de sorprendernos en las fotografías en blanco y negro de Gordon Matta-Clark, que no sabemos realmente cómo encajan en esta colectiva, hasta que no nos percatamos de que el artista neoyorquino, lo que realmente pretendía con sus célebres intersecciones o “building cuts” era  reinterpretar la arquitectura en clave geométrica y hacer de dicha interpretación su propia obra de arte visual. De algún modo es lo que inteligentemente ha querido mostrarnos probablemente la comisaria: desestructurarnos esquemas preconcebidos y elaborar un completo, didáctico y justo discurso en torno a la geometría en el arte de las últimas décadas. Como decían los pitagóricos, y el propio Byars: 1+2+3+4= 10.

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